Nuestra Historia

Suterh, un destino de grandeza

A comienzos de 1940 Buenos Aires, la capital de la República Argentina, con una población cercana a los 3 millones de personas, se consolidaba como la gran metrópolis de América del Sur. Ya en aquel entonces se calculaba en más de 35 mil casas de departamentos que se distribuían en su territorio. En estas viviendas surgió una nueva clase de trabajador: el encargado de edificios. Convencidos de que las tareas que realizaban los trabajadores de casas de renta no podían calificarse de servicio doméstico, un grupo disidente del Sindicato de Trabajadores de Casas Particulares, que los agrupaba y entre quienes se encontraba Jesús Santamaría, impulsó la creación de un sindicato profesional específico. El 2 de octubre de 1942 nacía el Sindicato Único de Encargados y Ayudantes de Casas de Renta.

Argentina veía cómo los gobiernos conservadores buscaban perpetuarse en el poder mediante el fraude electoral. Eran los tiempos de la llamada Década Infame, que se prolongó hasta el 4 de junio de 1943, cuando un movimiento militar, se hizo cargo del gobierno prometiendo terminar con la corrupción política imperante y llamar a elecciones verdaderamente libres.

Rápidamente se distinguió la figura de un joven coronel, llamado Juan Domingo Perón, quien se hizo cargo del Departamento Nacional de Trabajo. Desde allí, ya como Secretario de Trabajo y Previsión, desarrolló una gigantesca tarea en materia de legislación laboral en beneficio de millones de trabajadores que por primera vez vieron respetados y defendidos sus legítimos derechos.

Fue precisamente la decisiva intervención del coronel Perón, la que hizo posible que el 15 de noviembre de 1944, se promulgara el decreto N° 29.945, que podemos considerar como la primera conquista social importante de la organización gremial. Dictaba disposiciones relativas al contrato de trabajo de los encargados de casas de renta, tales como el reposo diario, semanal y anual, el preaviso y el derecho a la indemnización. En este sentido, tuvimos el excepcional apoyo de la compañera Eva Perón, que se preocupó personalmente, en más de una oportunidad, para que salieran las leyes que necesitaban los trabajadores de edificios. Una noche, ya elegido Secretario General, Jesús Santamaría llegó hasta la residencia presidencial, haciendo que despertaran a la señora del presidente, cuando estuvo a punto de naufragar la sanción de la ley 12.981,en las sesiones ordinarias del Congreso. La intervención de Evita, logró la aprobación de esta norma, la primera que estableció orgánicamente funciones y condiciones de trabajo para el conjunto de trabajadores de edificios.

Edificios de renta y horizontal

Fue recién a partir de 1949 que, con la entrada en vigencia de la ley 13512/48 de Propiedad Horizontal, se permitió la venta y propiedad de las unidades de un mismo edificio en forma individual, dando vida a una nueva instancia patronal para el sector: el consorcio de propietarios. Años después, el 6 de mayo de 1959 una Asamblea Extraordinaria resolvió que el nombre del gremio sería a partir de entonces Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal. Después de una década de logros y avances gremiales, políticos, sociales y económicos, la caída del gobierno peronista, provocó un retroceso que duraría décadas. A partir de 1955, se abrió para el SUTERH una etapa de decadencia y retroceso. El gremio que había pasado de 400 afiliados iniciales a 8.000, en apenas 10 años, se encontraba sumido en el estancamiento por la continuidad de una concepción que lo mantuvo dormido y sometido a los intereses de unos pocos.

 

La vuelta de Santa María

En 1961, se incorporó a la actividad, primero como suplente y al tiempo como encargado, un joven proveniente de la industria frigorífica, hasta que fue despedido por haber participado en la legendaria toma del frigorífico Lisandro d La Torre. Su nombre: José Francisco Santa María En 1970, ya se había incorporado al cuerpo de delegados, mientras mantenía su militancia peronista, luchando por el retorno de Perón a la Patria. En 1975, asumió la secretaría gremial del sindicato. En ese entonces, los trabajadores de edificios, no contaban con un derecho generalizado como era el de la jornada de trabajo de 8 horas, por lo que debían trajinar arriba de once horas y tenían un solo franco semanal que era determinado por el empleador y podía ser cualquier día de la semana. Después de una intensa lucha se remedió la situación mediante la sanción de la ley 21.239, que propiciaba una amplia reforma de las condiciones de trabaja en los edificios de renta y propiedad horizontal. Entre ellas se acotaba a 8 horas la jornada laboral.

LA DICTADURA

El 24 de marzo de 1976, significó el inicio de la persecución más feroz que hayamos conocido los argentinos y particularmente los trabajadores. En aquellos días se formó el grupo que sería la base de la Agrupación 2 de Octubre, que participó de manera activa en toas las acciones contra el régimen militar. Hacia mediados de año comenzaron los primeros planteos de Pepe Santa María a la conducción del gremio, que de hecho terminó siendo funcional a los intereses del nuevo gobierno.

LA EXPULSIÓN

En 1982, Pepe Santa María, fue expulsado del gremio injustamente por defender los derechos de los trabajadores. Pero, ya era demasiado tarde, la Agrupación 2 de octubre había nacido como respuesta a las necesidades de un gremio cuya dirigencia decadente y amarilla era incapaz de encontrar.

LA DEMOCRACIA

Tras la derrota en Malvinas, la dictadura militar se desmoronó, abriendo paso al retorno de la democracia. La llegada del radicalismo al gobierno en 1983, significó el inicio de un período caracterizado por el intento de las nuevas autoridades, de controlar y condicionar a su arbitrio la vida de las organizaciones gremiales. Después de haber sido intervenido, en el Suterh finalmente se avanzó hacia el proceso de normalización. Una amnistía pensada para otras personas, abrió la posibilidad de que, permitió que se le restituyera la afiliación a José Francisco Santa María.

ELECCIONES Y TRIUNFO

Los comicios se realizaron el 1 de septiembre de 1985, La lista Azul y Blanca que llevaba como candidato a Secretario General a Pepe Santa María, ganó por el 53% de los votos, derrotando a las listas Rosa Celeste y Naranja. En un intento desesperado por evitar lo inevitable quemaron las urnas, incendiando la sede del sindicato, pero lamentablemente ya era tarde, el resultado estaba convalidado mucho antes. Aun así intentaron resistir la entrega del edificio. Todo fue inútil. El 4 de septiembre de 1985 asumió la nueva Comisión Directiva, que de inmediato puso manos a la obra para poner en marcha el proyecto de reconstrucción del gremio.

 

Una nueva etapa, un nuevo Suterh

Se inició la ampliación del Hotel en Mar del Plata. Se encararon obras en la Quinta de La Reja, que se recibió sin infraestructura y abandonada, acondicionándola para convertirla en un formidable ámbito para la recreación y el esparcimiento. Se concretó el compromiso de entregar ajuares para recién nacidos y guardapolvos gratuitos para los hijos de los trabajadores en edad escolar.Se implementaron las colonias de verano e invierno para los más chicos. A mediados de 1986 se compró el formidable edificio que hoy es el Centro Cultural y Deportivo, iniciando de inmediato su remodelación y equipamiento.Se adquirió el edificio del Hotel en Los Cocos, en la provincia de Córdoba, y se avanzó para ofrecer una infraestructura turística de primer nivel en la costa y en las sierras. El gremio comenzó a crecer en afiliaciones.

OSPERYH, NUESTRA MEJOR OBRA

En 1989, Osperyh, la obra social de los trabajadores de edificios volvió a manos de sus legítimos dueños, los trabajadores, luego de siete años de intervención y en estado lamentable. Desde entonces, se trabajó para convertirla en lo que es hoy, un verdadero modelo y ejemplo de obra social, que marcha a la vanguardia en materia de medicina social y cuenta con el equipamiento de avanzada más moderno. Se fueron adquiriendo propiedades en la zona norte de la ciudad y en el gran Buenos Aires, destinadas a las delegaciones, para permitir la descentralización de los servicios asistenciales y gremiales.

LA EDUCACIÓN NOS HARÁ LIBRES

En 1992, se inauguró el Centro de Formación Profesional José María Freire verdadera piedra basal de todos los emprendimientos destinados a la educación y la capacitación de los trabajadores y sus familias, como el Anexo en Colegiales, recientemente inaugurado, el Instituto Terciario Huergo-Suterh, y el sorprendente edificio construido para el Instituto Superior Octubre, destinado a la formación superior. Se creó la Carrera de Trabajador Integral de Edificios, que le permite a los egresados obtener beneficios salariales y fue incorprada al Convenio Colectivo de Trabajo. Cerca de 8000 alumnos participan hoy de las distintas alternativas educativas desarrolladas por el Suterh. Se instituyeron los premios Latinoamérica Siglo XXI y Nuevos Horizontes destinados a los hijos de los trabajadores de edificios y los Premios Octubre, para promover a jóvenes artistas e investigadores de todo el país.

EL SUTERH, HOY

Cumplir 65 años de vida, y tener todo el futuro por delante, sólo es posible cuando se hacen las cosas bien. En el recuerdo, quedaron los tiempos fundacionales, allá por 1940 y 1950, con los primeros logros y leyes para nuestro sector. También es parte del pasado la época de oscuridad y decadencia posterior a 1955, producto de la inestabilidad política del país y de las intervenciones que nos impusieron a lo largo de 30 años.

Fue durante 1985 que el SUTERH pudo normalizarse definitivamente, al asumir una conducción democráticamente elegida por el voto de los afiliados, encabezada por José Francisco Santa María, como nuevo secretario general. Desde entonces el SUTERH se ha consolidado institucional y patrimonialmente a través de una formidable cantidad de obras y realizaciones al servicio de la gran familia de los trabajadores de edificios, que no ha dejado de incrementarse día tras día. Los logros en materia gremial, consagrados en el Convenio Colectivo 378/04 y en infinidad de beneficios y conquistas obtenidos, son demostrativos de la inclaudicable capacidad de lucha del sindicato en defensa de los derechos laborales y salariales de los trabajadores, a fin de garantizar su acceso permanente a una mejor calidad de vida.

El 4 de junio de 2005, Víctor Santa María, fue elegido secretario general del Suterh, por el voto masivo de los afiliados para el período 2005-2009, reafirmando así la continuidad y la consolidación del camino iniciado en 1985. Nuestro sindicato demuestra hoy su solidez en todos los órdenes en los que despliega sus actividades. En materia de turismo social, adquiriendo nuevos hoteles y ampliando las posibilidades y destinos turísticos para sus afiliados. Con sus dos fantásticos centros deportivos, equipados con la tecnología más avanzada para la práctica de todas las disciplinas atléticas, para promoción de una vida sana. En lo recreativo, organizando las colonias infantiles de verano e invierno, y diversas actividades en la Quinta de La Reja durante todo el año. En materia de salud, con OSPERYH, que crece día a día, y marcha a la vanguardia de las obras sociales en materia de prestaciones médico asistenciales, brindando cobertura a más de 200 mil beneficiarios. En la descentralización de sus servicios, con la creación de Delegaciones para llegar y estar cada día más cerca del afiliado. En el esfuerzo educativo que realiza en los centros para la formación profesional de los afiliados y sus familias en todos los niveles de enseñanza. En lo cultural, desplegando una increíble actividad a través del Centro Cultural Caras y Caretas, que se ha convertido en muy poco tiempo en uno de los ámbitos culturales más importantes de la ciudad de Buenos Aires.

El Suterh, ha ingresado así al siglo XXI en inmejorables condiciones para afrontar los desafíos que plantea el mundo laboral cada día más complejo, cambiante y exigente. Con la misma fuerza y voluntad transformadora del primer día.